jueves, 15 de diciembre de 2011

HERVÉ KEMPF: “LA CUESTIÓN POLÍTICA ESENCIAL DE NUESTRA ÉPOCA ES LA CRISIS ECOLÓGICA”


Hervé Kempf, editor de Medio Ambiente del diario Le Monde y una de las voces más autorizadas del ecologismo ha presentado su nuevo libro Cómo los ricos destruyen el planeta en la Universidad Complutense de Madrid. Dirigido a los lectores occidentales y japoneses, con una prosa clara y directa, explica la relación entre la actual crisis social, la constitución de la oligarquía y la crisis ecológica.


Inmersos en la Sexta Extinción de las especies del planeta, con una diferencia de 65 millones de años respecto de la anterior, en la cual se extinguieron los dinosaurios terrestres, Kempf reflexiona sobre el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación generalizada de los ecosistemas: “Hasta el océano, el ecosistema más grande del planeta nombrado como infinito e ilimitado, cada vez es más frágil. Estamos a principios de siglo XXI y la biosfera no logra recuperarse frente a la actividad humana”.

Desde hace más de 30 años los ecologistas empezaron a avisar de estos posibles peligros, a crear una señal de alarma. Sin embargo, “a pesar de que la sociedad tiene esta información a su alcance, no se mueve, no cambia” Pero el entorno cultural, el medio avanza, “estamos en un marco histórico mundial, la crisis ecológica y social ha llamado a la puerta, se mueve” A partir de este punto Kempf se desplaza al plano del análisis social para buscar la causa de esta crisis histórica: “La pregunta es: ¿por qué nuestra sociedad no se mueve? La respuesta se halla en la desigualdad”.

Para llegar a esta conclusión se apoya en los estudios de Milton Friedman, que analizó la evolución entre la relación del ingreso medio de los empresarios de EEUU y el de sus trabajadores; “La desigualdad comenzó a notarse en 1980, después de un fuerte desarrollo económico”. Con este aumento progresivo de la divergencia económica en los años ochenta, el capitalismo mutó, creando una clase muy rica llamada oligarquía, la cual “para manifestarse, acude a un consumo voraz y tremendo, influyendo aún más en la diferenciación de clases”. 

Es a partir de ese momento, haciendo referencia a un olvidado economista del siglo XIX, Thorstein Veblen, cuando “las sociedades se vuelven ostentosas, encontramos una rivalidad entre individuos, simbólica, de prestigio, donde los individuos van a manifestar por signos exteriores que son superiores a los de su alrededor”. En esta situación de lucha posesiva, Kempf alega que las personas de una capa social encuentran el modelo apropiado de prestigio en la capa superior: “De abajo hasta arriba, todo el mundo intenta imitar a los que están por encima”.

Aunque el mensaje del libro va dirigido a la sociedad capitalista occidental y japonesa, Kempf está preocupado porque en un mundo globalizado: “El modelo cultural de la oligarquía en los países occidentales se proyecta en el conjunto de todas las sociedades del mundo, las clases superiores de los países del sur aspiran al modelo de las clases superiores del norte, al igual que pasa con las clases medias “. Por lo tanto entiende que hay una convergencia en el nivel de vida, lo que causa que los recursos del planeta no puedan responder más. 

¿Cómo ha llegado esta concienciación de la oligarquía al resto de estratos de la sociedad? En Cómo los ricos destruyen el planeta explica que la oligarquía bloquea la evolución necesaria mediante el poder y el modelo cultural de consumo. Conocedor del campo periodístico, Kempf se muestra crítico: “El espacio público está ocupado por algo que no habla de las verdaderas cuestiones” Los medios de comunicación son los principales valedores de esta inmovilización, “es la herramienta para que la mayoría de la sociedad no se haga estas preguntas”. Dirigiéndose a futuros periodistas en la Facultad de CC de la Información de la UCM da las claves de actuación para romper este aislamiento: “compromiso personal, empujar para que se abra un debate político y trabajar para que los países en vías de desarrollo tengan un crecimiento sano”.

El discurso de Hervé kempf hace una llamada a los medios de comunicación, a los poderes políticos y a la sociedad: “Si queremos solucionar la crisis ecológica, la cuestión principal del siglo XXI, debemos reducir el consumo de material de energía, siendo solo posible mediante la reducción de las desigualdades”. Así que recalca que es necesario reorientar nuestra economía hacia objetivos con menor impacto ecológico, plantear la cuestión de desigualdad en el centro del panorama político, y cambiar nuestro modo de vida.

Esto supone una orientación hacia un descenso en el consumo de energía, lo que él llama decrecimiento, aunque “este concepto da miedo a los políticos, por lo que yo prefiero utilizar objetor de crecimiento”. No obstante presenta serias dudas de la transformación social, ya que “vivimos mejor que nuestros padres, ¿cómo decir a la sociedad que se conforme? Es una pregunta difícil, un cambio de modo de vida es muy difícil”. Hervé Kempf no se resigna y seguirá trabajando desde Le Monde, la revista medioambiental Reporterre, sus libros, conferencias,... por un cambio en el modo de vida, la búsqueda incansable de unos bienes comunes y la esperanza de unas relaciones humanas mucho más fuertes.



“CÓMO LOS RICOS DESTRUYEN EL PLANETA” de la editorial Clave Intelectual, Madrid 2011.
Hugo Chávez en la COP15 del 16 de Diciembre de 2009: “Uno de los mejores libros que denuncian la situación actual, la destrucción del planeta”.
Juan López de Uralde, exdirector de Greenpeace  España y fundador de Equo: “Aporta mucha luz y sugerencias para encontrar caminos que nos permitan confluir en un modelo alternativo”.

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