domingo, 19 de diciembre de 2010

Continúa La Captura de Los últimos Atunes Rojos (I)

La corriente marina desplaza un depredador cuyo peso puede sobrepasar los 500 kg. Con sus grandes aletas retráctiles adquiere una aceleración de 70 a 100 km/h, asemejándose a un coche deportivo. Un cazador temible, un pez óseo de los de mayor tamaño que puede alcanzar los 173.000$ por unidad. Es el atún rojo. Los científicos estiman que ya sólo queda el 15% de su población original.

Desde finales de los años 60 ha disminuido el número de atunes. El uso de nuevas técnicas de pesca como el cerco, la sobrecapacidad pesquera cuatro veces superior a las capturas máximas recomendadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), la existencia de irregularidades a la hora de facilitar información por parte de las pesquerías, el mercado negro y el gran manjar que supone para la elaboración de sushi y sashimi, han hecho que se produzca un descenso del 85% de los adultos reproductores. Sólo hay dos zonas donde desovan, el Golfo de México y el Mar Mediterráneo, pero tras el colapso de los stocks en el Atlántico Oeste, la industria pesquera echa sus redes en la zona oriental (Mediterráneo). Para evitar las capturas en el periodo de reproducción, las organizaciones ecologistas piden al gobierno español la creación de un Santuario en las aguas que bañan las islas Baleares.

El atún rojo es parte de la cultura mediterránea. Gracias a referencias de Homero y Aristóteles, conocemos su pesca desde hace más de 2600 años mediante métodos tradicionales como las almadrabas. A través de las ruinas de Baelo Claudia-provincia de Cádiz- se ha llegado a la conclusión de la importancia del atún en la Hispania del Imperio Romano. Uno de los aspectos que los distingue de otras especies, es su capacidad de mantener una temperatura 21ºC superior al agua que lo rodea, lo que facilita las rutas migratorias desde el Océano Atlántico al Mar Mediterráneo. En esta última zona, en el Sur de las Baleares y la costa de Libia, nacen las larvas en los albores del verano. Su recorrido hacia el Océano Atlántico no es fácil, ya que son apresadas tras cruzar el estrecho de Gibraltar por barcos sardineros marroquíes, situación que se repite hasta que alcanzan la mayoría sexual a los 5 años de edad. Casi el 60% de las capturas de los ejemplares adultos se producen entre mayo y julio, cuando los atunes son muy vulnerables al concentrarse y situarse en aguas superficiales para realizar la puesta.

La pesquería mediterránea es la más grande del mundo, y España tiene el privilegio de poseer la cuota más alta para la pesca de todos los países que forman la UE. Sin embargo, destina más de la mitad de ella a la flota de cerco, cuando el uso de la red tradicional genera más empleo, alrededor de unos 2500 puestos de trabajo. La mayoría de los trabajadores que están en el sector de las almadrabas, cebo vivo o línea de mano, han sufrido con el paso del tiempo la disminución de su actividad del 45% a un escaso 10%. La recién nombrada ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Rosa Aguilar, sucesora de Elena Espinosa, que eludió cumbres importantes como la de Copenhague, tiene un reto en su cartera, lograr mantener la subvención de 1.700 millones de euros de ayudas agrarias que proporciona la UE. Mientras tanto, una cuarta parte de la industria europea del cerco es española y está subvencionada para seguir obteniendo la mayor cantidad permitida de atún rojo con su posterior transferencia a jaulas de engorde.


PAPB

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